El fuego es un elemento necesario en los ciclos de vida del planeta. Contribuye a renovar y conservar muchos ecosistemas de diferentes maneras. Por ejemplo: elimina el exceso de material combustible para con ello evitar incendios de gran magnitud y permitir la regeneración de los bosques, ya que la semilla que cae directamente al suelo, permite su germinación. También, limita la propagación de enfermedades entre las plantas y facilita la liberación de nutrientes hacia el suelo.
Cada año, PROBOSQUE coordina la temporada de incendios forestales, en ella participan dependencias de los gobiernos federal, estatal y municipal, organizaciones, productores de los sectores social y privado y la población en general con el reporte de los siniestros.